La mandarina es rica en vitamina C, flavonoides, betacaroteno y aceites esenciales. Un par de mandarinas cubren aproximadamente la mitad de las necesidades diarias de vitamina C y el 10% del betacaroteno o provitamina A.

Destaca su riqueza en ácido fólico: 100 g aportan el 40% del que se precisa al día. Los folatos intervienen en la producción de glóbulos rojos y blancos, la síntesis de material genético y la formación de anticuerpos. También contiene pequeñas dosis de B1, B2 y B6.

El mineral que más abunda en la mandarina es el potasio, necesario para la generación y transmisión de los impulsos nerviosos, la actividad muscular y el equilibrio hídrico de las células. También aporta calcio y magnesio y, en menor cantidad, hierro y cinc y fósforo.

La fibra de la mandarina –sobre todo pectina– ayuda a prevenir el estreñimiento, las enfermedades cardiovasculares y el cáncer de colon.

Además de estas propiedades, nuestras mandarinas son ecológicas, certificadas por el CAECV (Comité de Agricultura Ecológica de la Comunidad Valenciana). Con este tipo de agricultura nuestras frutas se cultivan con productos y métodos naturales, sin químicos ni residuos, con lo que se consiguen mejores propiedades y mejor sabor, además de ser una agricultura responsable con el medio ambiente.